dimecres, de novembre 14, 2007

Lletres d'olivera





Com podreu comprovar, per ordenar una mica aquest caos de bloc, he creat una nova etiqueta dedicada al Mite de l'Olivera. Si voleu consultar com anem de col.laboracions literàries i d'oliveres dibuixades, podreu fer clic! a l'etiqueta esmentada.
Fins avui he rebut les magnífiques col.laboracions que podreu llegir a continuació. Gràcies a totes i a tots!!
Són les autores i autors següents:

Ramón Rodriguez Guasch (Bandini)
Trini Gonzàlez (Monalitza)
Dolors Triadó (Aura)

Silvia Garrido.

Nota: si voleu veure les oliveres amb més detall, feu clic damunt l'imatge.



Sabe
Sabe de vivir anclada en el suelo,
sabe de amantes y de sus verdugos,
sabe de risas y sabe de duelo,
sabe de flechas clavadas en yugos.

Sabe de nombres grabados con llave,
sabe del tiempo que cruza despacio,
sabe de sobras más que el que más sabe,
sabe de pobres que ocupan palacios.

Sabe del viento contra su corteza,
sabe de guerras dadas por perdidas,
sabe hundir los pies y perder la cabeza.

sabe de encuentros y de despedidas,
sabe crecer de espalda a la maleza
sabe a savia dulce sobre las heridas.


Bandini (R. Rodriguz Guasch)


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Y el hombre se hizo olivo.
Se secó su piel, relojes de sol y de arena y de cuerda y de cuarzo, arrugas grabadas a viento, salpicaduras del hollín de la memoria. Se escamaron sus brazos y fueron ramas, mar muerto entre los dedos, peces de secano, y sus pies se anclaron en tierras movedizas, puntales contra el olvido, escoliosis en las páginas marcadas del alma, cordón umbilical de un par de zapatos roídos. No atendió ni a lluvias ni a días claros, a calmas ni a guerras, a promesas de amor bajo su abrigo ni a tiempo perdido llorando despedidas. Era un olivo y punto. Sobre sus hombros anidaron escotes que pasaron de largo, sombreros de copas anchas y espalda estrecha, noches de calor y escarcha al alba, veranos de playas desiertas y sálvese quien pueda. Y renunció a los dioses y a las musas, Euríbor imposible para la hipoteca de la casa árbol, escalera colgante a ningún cielo, tronco hueco y desvalido, olivo deshabitado, corazón con Barrenillo. El frío de sus huesos diluyó en savia su sangre, camino blanco en las venas, sin puntos seguidos ni oasis, sin cruces ni estaciones de servicio. Y en su pelo se posó la vida y se posó la muerte, apéndices de alas mojadas, preguntas y polvo en las hojas, silencio por respuesta.
Y el hombre se hizo olivo.
Ramón Rodriguez Guasch

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Ombra freda d'altres temps.

(records de la Figuereta, de quan no feiem servir les escales ni les borrasses)

Fuets de mestralada.
Ungla de llauna.
Ma adolescent
vessant de fruit madur.
Soca corba

Sacs i cabassos.
Barcelles.
Quarteres comptades a ull.
Invisible recompensa
dels cinc duros mai rebuts.
Genolls tacats...
Morat sucós...
Terra als ulls...
Oli al front...
Vent i sol...
Taula parada...
Pell encesa...
Brou calent...
Or al plat.
Tristor al cor.

Trini Gonzàlez (Monalisa)

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Principis de temps

I en el dia en que es va fer la llum, ja hi havia l’olivera, de mil formes alçant-se damunt la terra, volent tocar una engruna de cel multiplicant les seves fulles, aferrant-se cada cop més amb les seves arrels, veient passar el temps. Si parlés ... quantes coses explicaria. Ja Isis i Atenea la veneraven, preuat trofeu de vencedors d’antics imperis i arma de guerra per a Hèrcules i Ulisses. Majestuosa fusta vella, de soca dura i tranquil·litat emergent, recer de criatures, tresor de la Mediterrània. El sol, la lluna, el vent i la pluja fan de la olivera el que sempre ha estat, ha vist , serà i veurà.


Al olivo chafardero

Majestuosidad en alza, multiplica, multiplica que los años te sientan mejor. Alegrías y desgracias te embellecen, el paso del tiempo no es rencoroso contigo, a más peor y a menos peor logrado estás. No es por hacerte la pelota, tampoco me voy a declarar, de eso no sé yo, tampoco sé piropear como te mereces, solo sé que de tronco fornido eres, donde gotas de lluvia y corrientes de aire juegan sensualmente contigo al escondite, donde los niños se compinchan para que les guardes sus tesoros y los ilusionados te confian, como primicia, sus deseos más intimos. Y a buen recaudo están, tantos juegos e historias, pues esos mil ojos verdes de tú copa hacen de vigia para la eternidad. Raíces profundas aguantando el peso del tiempo. El olivo chafardero no se pierde ni una
Aura (Dolors Triadó)

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Entre dos olas

“y recuerdo una brisa triste por los olivos” Federico García Lorca


Al sur llego buscando la luz de un sueño, el recuerdo de un romance que me acunaba de niña: “entre dos olas, la tierra; en la orilla, los olivos. Un mar de aceitunas bordeándonos…”.
Desde la ventana de la casa de mis abuelos, ahora vacía y sola, refugio del sol de mediodía, miro a lo lejos y me asombra la quietud de olivos centenarios que siguen alumbrando vida cada final de noviembre, ajenos al bullicio, testigos mudos de parte de mi historia. Raíces ancladas en la tierra, origen de todo…
Atardece, es verano, bahía de mis ojos. Es otro paisaje, otra mirada, distinto silencio que el del mar en calma. Me acerco, y bajo su sombra mi quietud. Y en la bahía de sus ojos dejo una lágrima salada traída desde lejos, melancolía del cariño.

Vuelan muchas tardes pájaros y miradas, solitarios rostros que se persiguen, buscando un tiempo vivo y detenido, una memoria en la que sujetarse.


Sílvia Garrido

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3 comentaris:

Anònim ha dit...

Vaya...

...con semejantes textos ( y no lo digo por los míos...bueno, también, qué caray) me temo, Mèlich, que vas a tener que aprender a dibujar mejor...

el Mèlich ha dit...

Pués eso no es na...no sabes lo que te espera mequetrefe.
El Mèlich

Anònim ha dit...

Cargados de fruto los olivos... a pesar del frío de estos días, este año seguro que darán un buenísimo aceite…

Me alegra.