dimecres, de juliol 29, 2009

Diàlegs per a cronopis




Bandini dixit:


Que la vida se tire tierra en los ojos para no vernos, ovillo de lana entre tus uñas de gata.Mis hombros arrojan la toalla y cambian de acera, una tarta de arena se asoma al alféizar de una ventana y cítate conmigo en tus labios media hora antes de soltar las riendas, olor a leche tibia en tu nuca, y dejemos qu

... y ahí fuera el calor desenreda las enredaderas, un sudor de cristales rotos marchita las rodillas de un vagabundo con billete de vuelta y una escobilla con olor a betún y antiácido desata las legañas de un lagrimal con vistas a un buzón sin tu nombre...

La cortina de una ducha se empapa de orgasmos y de risas, luz indirecta sobre la piel de un espejo, y en la calle se escama el aire de no tocarte el pelo. El agua escala los tobillos de unos pies que no hacen pie en tus sueños, y las yemas de tus dedos son algodones de sacarina contra mi pecho.

...y ahí fuera las espaldas son asfalto con manchas de chicle y de saliva, se desbravan los pasos camino a La Tasketa y el cristal ahumado de la puerta me devuelve su cara reflejada en mi vientre reflejado en su cara.

Nieva sobre nevado en el no frost de la cocina, se descalza un ciempiés sobre mi espalda y yo siento que me hago mayor porque me maduran las manzanas que no muerdo, verano que retiene líquidos en las caderas, llamadas a destiempo, retrovisor con desprendimiento de retina mientras te alejas.

... y ahí fuera, el sol es un marcapasos averiado, la sal sabe a vainilla y mozzarella y el mundo se unta las heridas con Betadine recostado sobre el respaldo de un banco del parque.


Y nada más.


Mèlich respondit:







“Y te parece poco?”

Aquesta vegada el llistó es tan amunt que em resigno a rebolcar-me com un llangardaix de color rosa que em serveix de surada en aquesta aigua amb bandera blav butà. Tots aquests somnis amb color d’orgasme, amb banda sonora dels “Punto G” per a mi només són records que no sé ni si son records encara que semblin records.

Mentre tu cerques les onze mil verges entre les cortines de lavabos amb cartell d’en venda, jo m’entretinc mirant embadocat les sabatetes del cent peus. N’hi ha un parell, oh miracle! que són blue suede schoes . Les 98 restants són de xarol negre immaculat:

"Zapatitos, sapatitos,

zapatitos de charol

que resuenan en la acera

llamando a mi corazón ,"

Una de les preferides de la meva mare.

El centpeus em mira i somriu, amb aquest somriure dels centpeus que només tenen els centpeus. Al veure’m tant encantat amb les seves sabatetes negres de pell de tricornio de Guàrdia civil es marca un claqué al més pur estil Astaire. Les dues sabatetes vellutades es posen geloses i sembla, que amb les seves mirades de nostàlgia, preguin per la resurrecció de l’Elvys.

L’arítmia solar salabrosa de canyella, enganxa la cadència del tap dels 98 peus i tot s’il·lumina, fins i tot les fosques estances de la corrupció del palau de la música. Els vitralls tornen a ser vitralls i el cadàver del Mestre Lluís Millet (oncle del pare del que ha dimitit) mou l’esquelet com en el Rascayú.

On ens ha portat aquesta societat d’orgasmes autònoms organitzats!!

Nota: Hom considera el Tap, com el pare del claqué

Una bella nota d'IKLSE. Moltes gràcies

Un granito de arena... para el club dels cronopis

Como quien cuenta su secreto mejor guardado a su almohada…mientras tú estas a la orilla de la cama, te encuentras años luz, el sueño se difumina mientras decides que hacer, las escaleras se acortan como efecto domino y en mis manos, estigmatizados quedan los besos que no diste, mi piel ya no te echa tanto de menos, veleta desconchada de miedos, oleaje de ternura que engaña, almidón en las pupilas, labios olor frambuesa que altera tu boca, vaho en los cristales que empaña las ganas…a este lado de la orilla el tiempo acribilla a la espera y tu voz no dice nada, las ganas se van por el escurridero, estado en espera, marcadores a cero de caricias y besos...


Bandini, Delegat general del Club del cronopi, replica:

¡¡Vamos, vamos!! que no decaiga...

Y un pez de colores se deja las escamas en un espigón en blanco y negro, las aletas de buceo son calcetines con la goma dada y el reflejo de un balón de Nivea es Saturno devorado por sus hijos. La espuma, tentempié alado, te hace cosquillas en el costado opuesto al corazón, jaula de animal sin olfato, escombros de arrabal en llamas, padrenuestro al dios de los pecados, boulevard sin salida de emergencia. Las copas de la baraja se vuelven espadas, azul ecuestre entre los dedos, órdago de mano con las cartas del enemigo marcadas. Y la orilla es una luna malherida, las conchas vacías son agendas telefónicas y se baña en agua hirviendo tu deseo. El no frost sigue su curso de navidades prometidas, un pantano blanco onix engulle mi despecho, Elvis desentona el credo de las caderas dislocadas y mi sien ya no apuesta de farol a tu ruleta peruana. Mariposa de esparto.

L'Aura també hi vol posar palada. Mancaria plus:

Ostres Mèlich, ves per on, arribo a misses dites i la que tens liada. Ho sento però et toca compartir texte amb en Bandini, espero que no et sàpiga greu, allà va...

¿Y nada más? (para contrariar)

Resucita mi agonía cuando las prisas del verano no se acomodan a mi reloj, ni al tuyo. Vendaval de minutos que se estrellan en la cara, mitad de verano. Y entre el gentío gritas a pleno pulmón que no querías, y a los tres segundos me has olvidado.
Limpieza de sueños que desmenuzan algún horizonte de grandeza, donde algunos tejados mojados gotean sobre tu espalda e inundan las huellas de un zapato. Tropiezas, y esa gravilla se aposenta en las heridas escondidas tras el vaho de unas lentes demasiado caducas, miopía como carta de cambio a una pena de muerte falsa. Aleteo de un tabique castigado al son de un aire enrarecido y un tinto de verano que no consume la sed.

Salutens

4 comentaris:

Otoño en tus manos ha dit...

Un granito de arena... para el club dels cronopis

Como quien cuenta su secreto mejor guardado a su almohada…mientras tú estas a la orilla de la cama, te encuentras años luz, el sueño se difumina mientras decides que hacer, las escaleras se acortan como efecto domino y en mis manos, estigmatizados quedan los besos que no diste, mi piel ya no te echa tanto de menos, veleta desconchada de miedos, oleaje de ternura que engaña, almidón en las pupilas, labios olor frambuesa que altera tu boca, vaho en los cristales que empaña las ganas…a este lado de la orilla el tiempo acribilla a la espera y tu voz no dice nada, las ganas se van por el escurridero, estado en espera, marcadores a cero de caricias y besos...

Bandini ha dit...

¡¡Vamos, vamos!! que no decaiga...


Y un pez de colores se deja las escamas en un espigón en blanco y negro, las aletas de buceo son calcetines con la goma dada y el reflejo de un balón de Nivea es Saturno devorado por sus hijos. La espuma, tentempié alado, te hace cosquillas en el costado opuesto al corazón, jaula de animal sin olfato, escombros de arrabal en llamas, padrenuestro al dios de los pecados, boulevard sin salida de emergencia. Las copas de la baraja se vuelven espadas, azul ecuestre entre los dedos, órdago de mano con las cartas del enemigo marcadas. Y la orilla es una luna malherida, las conchas vacías son agendas telefónicas y se baña en agua hirviendo tu deseo. El no frost sigue su curso de navidades prometidas, un pantano blanco onix engulle mi despecho, Elvis desentona el credo de las caderas dislocadas y mi sien ya no apuesta de farol a tu ruleta peruana. Mariposa de esparto.

el Mèlich ha dit...

Mereixeu l'honor de la portada. Allí teniu les vostres lletres de color cronopi.
Gràcies,
J. Mèlich

Aura ha dit...

Ostres Mèlich, ves per on, arribo a misses dites i la que tens liada. Ho sento però et toca compartir texte amb en Bandini, espero que no et sàpiga greu, allà va...

¿Y nada más? (para contrariar)

Resucita mi agonía cuando las prisas del verano no se acomodan a mi reloj, ni al tuyo. Vendaval de minutos que se estrellan en la cara, mitad de verano. Y entre el gentío gritas a pleno pulmón que no querías, y a los tres segundos me has olvidado.
Limpieza de sueños que desmenuzan algún horizonte de grandeza, donde algunos tejados mojados gotean sobre tu espalda e inundan las huellas de un zapato. Tropiezas, y esa gravilla se aposenta en las heridas escondidas tras el vaho de unas lentes demasiado caducas, miopía como carta de cambio a una pena de muerte falsa. Aleteo de un tabique castigado al son de un aire enrarecido y un tinto de verano que no consume la sed.

Salutens